Review del nuevo disco de OneRepublic: Oh My My

A casi diez años del lanzamiento de su álbum debut “Dreaming out loud”, la banda estadounidense de pop rock OneRepublic lanzó el 7 de octubre su cuarto disco de estudio denominado “Oh my my”, una entrega con altos y bajos, y que a pesar de contar con grandes aciertos musicales, no convence del todo.

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El disco inicia magistralmente con Let’s hurt tonight, a mi juicio la mejor canción del álbum. Su melodía evoca la idea de estar escuchando un verdadero himno pop, donde las percusiones, la guitarra, y la potencia y registro de la voz de Ryan son los protagonistas de principio a fin. Es interesante que esta canción de amor no trate de la parte bonita del amor, sino que justamente de lo contrario, de cuando hay dificultades y peleas, y entonces el amor duele. Es así como la canción dice cierra la puerta, que yo encenderé las luces, y digámonos todas las cosas que no pudimos decirnos antes, aunque duelan. Dicen que “el amor duele”, así que Ryan responde: “let’s hurt tonight”. Hace unos días se supo que esta canción estará presente en la película Collateral Beauty. Aquí un adelanto: 

La segunda canción del disco, Future looks good, se presenta sencilla al comienzo, pero donde los rasgueos de la guitarra y los acordes del piano van abriendo paso luego a un ritmo con tintes de electro, lo que hace de ésta una canción muy interesante y motivante, pero que flaquea un poco en la letra que expresa a su amada que en un sueño alguien le dijo que ella estaba en su futuro y que, por tanto “the future looks good”.

La canción que le da nombre al disco, Oh my my, es algo distinta a lo que nos tiene acostumbrados la banda, y es probable que eso se deba a que ella es producto de una colaboración del dúo francés de música house Cassius, presentando así un ritmo y melodía con una clara inspiración europop donde el gran protagonista es el bajo, y que si bien es agradable al oído e invita a mover los piés, no logra alcanzar su clímax.

Kids es la cuarta canción del disco y fue el segundo sencillo lanzado hace unas semanas. Musicalmente hablando se trata de una melodía pegajosa, donde el sintetizador y los efectos de sonido son los protagonistas junto al falsete de Ryan. Lamentablemente aquí una vez más la banda queda al debe con una típica letra sobre la infancia y el “todo tiempo pasado fue mejor”, cuestión que quizás habría pasado desapercibida de no ser por su video clip grabado en México, donde el cliché de la historia de cortejo entre dos jovencillos y la pésima sobreactuación de Ryan terminan por arruinar una canción que podría haber sido considerada como buena.

La sexta canción del disco es Choke. En ella Ryan se lamenta por una dolorosa separación ante la que opta por ahogarse con los recuerdos. Aquí la melodía gospel parece sacada directamente de una iglesia, con los típicos gritos y palmas, y donde se eleva una plegaria a la amada para que ésta regrese. Si bien se trata de una canción que podríamos tildar de buena, y aunque ha sido alabada por varios críticos por su emotividad, a ratos parece una emotividad un poco forzada.

Casi al final del disco encontramos el primer sencillo lanzado, Wherever I go, probablemente la canción más pegajosa y entretenida de todo el disco. Su letra tiene que ver con la resignación frente a ese gran amor que te hace sentir que no importa donde vayas, siempre estarás pensando y buscando a esa persona en todos lados. En este caso, el video clip constituye a mi juicio un excelente acierto a la hora de reconducir la tendencia natural de Ryan para sobreactuar mediante el humor de la propuesta visual.

En definitiva, aunque se trata de un disco con algunas canciones tremendamente potentes y con grandes aciertos rítmicos y melódicos que no dejan indiferente, es a ratos poco sustancioso en su contenido lírico y se extraña un sentido de unidad de la entrega, en términos de que es difícil encontrar un aglutinante o idea común que le dé sentido e identidad artística al disco como tal, y da la impresión de estar sólo frente a un grupo de unas cuantas buenas canciones. En consecuencia, en una escala de 5, le damos 3 semicorcheas (♪♪♪).

Osnola.

Aquí el enlace del disco en Spotify:

 

2 comentarios en “Review del nuevo disco de OneRepublic: Oh My My

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