La semana pasada fui al cine a ver Rocketman y me lleve una grata sorpresa. Después de la película de Queen, Bohemian Rhapsody, no tenia muchas expectativas, pensé que vería una version con mucha azúcar de Elton John, pero no fue así… bueno, no tanto.

De partida, Rocketman es un musical, donde las canciones del británico acompañan situaciones de su vida, no en un orden cronológico, solo para darle sentimiento a lo que estamos viendo.

Taron Egerton interpreta a Elton John y también sus canciones, no lo imita como en la biopic de Freddie Mercury. La película comienza con Elton entrando a rehabilitación, su relato nos servirá para darle continuidad al viaje por su vida.

Lo vemos como un niño que su papá no quería y que su madre tampoco le tenía mucha estima, solo su abuela es una figura que le entrega cariño y lo lleva a clases de piano, ya que Reginald (su verdadero nombre) tiene un talento de tocar todo por oído.

Pasa el tiempo y el joven Reggie va donde un productor que lo conecta con Bernie (Jamie Bell), quien escribe las canciones y Elton compone la melodía. Juntos llegan a triunfar en UK, Estados Unidos y el mundo, pero entremedio aparece John Reid (Richard Madden), otro productor que también trabajo con Queen, y también llegan los problemas con las drogas y el alcohol.

Aunque sea molesta la comparación, aquí si vemos un poco mas de la vida alocada del músico que lo que vimos en Bohemian Rhapsody.

En general es una buena película donde el director Dexter Fletcher logra desarrollar de mejor manera lo poco que pudo hacer en Bohemian Rhapsody, ya que con la salida de Bryan Singer a Fletcher le llegó el cacho.

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