Hace unas semanas atrás se estrenó otra serie original de Netflix, GLOW, que significa Gorgeous Ladies of Wrestling, un programa de lucha femenina que existió a finales de los 80s. Y GLOW, inspirada en ese programa, nos trae exceso de maquillaje, la permanente, buena música y obvio, mujeres peleando en mallas.

Esta serie, creada por  Liz Flahive y Carly Mensch, y producida por Jenji Kohan (Orange is the new black), nos trae a un grupo de mujeres que son llamadas a un casting donde el tipo que piden es «no convencional». Así que el grupo que se forma es muy heterogéneo.

Sam Sylvia es el director de este show y al explicarles de qué se trata, la mitad de las chiquillas se van. En el grupo que se queda está Ruth Wilder (Alison Brie), una actriz que no queda en ningún papel y los papeles que hay no le gustan.

Comienzan el entrenamiento para ser luchadoras o hacer de una pelea un show creíble. El primer capítulo es divertido, tiene varias cosas que te hacen enganchar y además pasan situaciones que tendrán efecto durante toda la temporada.

Es una comedia, con drama, girl power, emoción y que dura 30 minutos, pero le da cabida a todas las chiquillas, todos los personajes tienen su historia, aunque de su pasado no sabemos casi nada, como dice el trailer «no importa quien seas, importa en quien puedas convertirte».

Protagonizada por Alison Brie, Betty Gilpin, Sydelle Noel y Marc Maron entre otros.

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