
Salir este pasado fin de semana a cualquier tienda comercial, era sinónimo de caos. Él último fin de semana antes de Navidad, como ya es costumbre, fue el momento perfecto para realizar las compras navideñas. Los chilenos, fieles a nuestra idiosincrasia, dejamos las compras para último día, llenando centros comerciales y tiendas, buscando el detalle perfecto para obsequiar a nuestra familia, amigos, compañeros. Estas ansias por comprar en demasía, me han hecho pensar en cuál es el significado que damos a estas fechas.
Mucha gente piensa que dar regalos es una forma de demostrar cariño, y creo que eso está bien, yo igual lo pienso, pero creo que hay un error en pensar que entre más costoso el regalo, o más abundancia de estos, expresa mayor cariño. Esto, por lo que he podido ver, puede llevar a consumo excesivo y estrés, al no poder encontrar el regalo ideal, el que debe ser costoso, o a encontrar que los regalos que ya tenemos nos son suficientes. También está asociado el estrés de no saber que regalar, pues como todo esto está ligado a expresar “cariño”, el miedo de llegar con un presente incorrecto puede provocar que pasemos una gris navidad.

Hace ya algunos años, he tratado de alejarme un poco de esta navidad consumista – con mucha dificultad,debo reconocer – y realizar regalos con mis manos. He descubierto que con cierta concentración y dedicación, puedo cocinar cosas dulces que, según varios, son bastante sabrosas, así que para estas fechas saco la harina, huevos y azúcar, y comienzo a cocinar. Este año hice mini quequitos (cupcakes), que llevé a mis compañeros de oficina. El año pasado horneé galletas navideñas, las cuales compartí con mi familia y mis amigos más cercanos. Con esto logré demostrar mi cariño y aprecio a cada una de las personas que les llegó una bolsita con queques o galletas, y los hice pasar un momento dulce. No pasé largas horas en una tienda cruzando los dedos esperando que lo que compré le guste a la persona, o peleandocon alguien por algún producto. Regalar algo hecho por uno mismo, es la forma más simple y efectiva de demostrar cariño. Y no tienes que cocinar, cada uno tiene distintos talentos que puede utilizar, como escribir, pintar, bordar, tejer, etc., todo sirve.
Espero nos vayamos alejando cada vez más del consumo navideño, y nos acerquemos más al compartir y al cariño, que es algo que siento, cada día está más escaso en nuestra sociedad, y nos hace cada vez más falta, por eso espero que este 24 y 25, sean varios los que pasen una muy dulce navidad.
Alexa.