
Para muchos el hablar de diciembre es sinónimo de festividades, regalos, verano (en esta parte del hemisferio), gastos, etc. Pero para otros, este diciembre es el final de una larga espera, que comenzó por allá en el mes de octubre del 2012, cuando se hace pública la noticia que la productora Lucasfilm es adquirida por la maléfica corporación Disney, y confirmando la realización de un nuevo episodio de la saga favorita de chicos y grandes. Me refiero a Star Wars: The Force Awakens.
Con el estreno a la vuelta de la esquina, hay mucha expectativa de cómo será finalmente la primera película bajo el mando de Disney, donde tenemos dos opciones. La primera: nos encontraremos con alguna especie de musical galáctico, en donde veremos a nuestros protagonistas vistiendo el uniforme de la secundaria de Tatooine, mostrando sus habilidades en el baile, o la segunda opción, la cual esperamos, es que sea una digna sucesora de la historia contada en la trilogía original.
En esta ocasión, nos encontramos 30 años después de los eventos ocurridos en The Return of the Jedi, donde, si bien el imperio fue derrotado por la alianza rebelde, aún queda trabajo para restablecer el orden en la galaxia, y los encargados para esta tarea son nuestros héroes de antaño, como Leia y Han Solo, los cuales se encuentran activos en la “resistencia” (antigua alianza rebelde) y combaten contra el “primer orden” (restos del imperio). A esta lucha se unen los nuevos héroes, una recolectora del planeta Jakku llamada Rey, el piloto Poe Dameron y un stormtrooper desertor llamado Finn. Junto a la llegada de nuevos héroes, nos encontramos también con nuevos villanos, como Kylo Ren, un misterioso guerrero del lado oscuro, y el capitán Phasma, quien es el encargado de buscar al desertor Finn.

Pero esta colaboración no se centra solamente en esta nueva entrega, si no que trataré de ver un aspecto que la gran mayoría no entiende: por qué se genera tal fanatismo por una saga que comenzó en 1977 y que no todos la viven de la misma forma.
En mi caso personal, es algo que comparto con mi hermano mayor. Él me introdujo en este mundo de la mano de unos antiguos vhs con la grabación de la trilogía original, sacada de la emisión de las mismas en un canal local (con comerciales de la época y todo).
Ver esas películas siendo un niño, ha sido una de las cosas más lindas que me ha pasado, con sus pequeñas enseñanzas como las diferencias entre el bien y el mal, valores como la amistad, en fin. Pero la más rescatable de todos, es que fuera de tu zona de confort, hay toda una galaxia afuera esperando ser descubierta, y que probablemente sea gobernada por algún imperio galáctico si tú no das el salto.
May the force be with you.
Saludos Nacho
Editado por: Alexa
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